Todos estamos acostumbrados a tener rutinas de
musculación en las que trabajemos uno o dos grupos musculares por día y no
volvamos a trabajar esos grupos musculares hasta la semana siguiente o como
mucho repetimos un grupo muscular.
Existen numerosos tipos de entrenamientos. En esta
entrada hablaré de las rutinas Full-Body,
ya que he visto que a muchos les interesan.
Las rutinas Full-Body son rutinas de
entrenamiento donde se trabaja todo el
cuerpo en una sola sesión. Este tipo de rutinas nos puede ayudar a ganar
músculo, fuerza y a quemar grasa, quizá sea esa la razón por la que muchos la
practican.
Debido a que son rutinas bastante intensas, no suelen
ser muy largas en duración. Como máximo en una hora habremos acabado el
entrenamiento. Eso sí, nuestro metabolismo se mantendrá acelerado hasta pasadas
48 horas después de haber acabado el entrenamiento.
Con un entrenamiento
full-body, cada uno de los grupos musculares primarios se estimula
al menos 3 veces por semana, en contra a lo que sucede con una rutina dividida
en la que suele entrenarse cada músculo una vez por semana.
En las rutinas Full-Body
se suelen realizar ejercicios multiarticulares, en dónde trabajemos en un solo
ejercicio varios grupos musculares. Estos ejercicios son sentadillas, pesos
muertos, dominadas, press (bien de pecho o de hombros)… Además se añadirán ejercicios accesorios cuyo fin es
mejorar la fuerza en los ejercicios principales, o desarrollar ciertos grupos
musculares menos ejercitados en general.
Las rutinas full-body crean
una intensa demanda para aumentar los niveles de hormonas anabólicas, como
la hormona del crecimiento, la testosterona y el factor de crecimiento de la
insulina (IGF-1). Una razón de mucho peso para entrenar con rutinas Full-Body.
Como en cualquier rutina de
entrenamiento, puedes variar los ejercicios, su orden, las series, las
repeticiones y la carga.
La frecuencia de entrenamiento varía
en función de la rutina, el objetivo, el nivel de la persona. Por lo que nos
podemos encontrar con rutinas desde 2 a 4 días a la semana.
Algunos de los beneficios de las rutinas Full-body son:
- Menos tiempo en el gimnasio
- Se mejoran los intervalos de recuperación
- Se reduce el riesgo de sobreentrenamiento
- Se optimiza la frecuencia de entrenamiento por grupo muscular
- Aumenta el gasto energético durante y después del entrenamiento.
- Mejora el estímulo a la hormona del crecimiento
- Es altamente personalizable: se puede entrenar para fuerza, para volumen, para resistencia o una combinación de los tres. Dependiendo del objetivo de cada persona.
- Se reduce el riesgo de desarrollar desequilibrios musculares
- Tiene beneficios cardiovasculares secundarios
- Es apropiado para todas las edades y niveles de experiencia, siempre que sepas adaptarlo a la edad de cada uno.
Si somos capaces de planificar bien nuestro
entrenamiento a lo largo del año, las rutinas Full-Body no pueden ayudar a
darle al cuerpo estímulos diferentes. Podemos aprovechar esa época en la que
menos tiempo tengamos o cuando nos notemos muy cansados y sea conveniente
entrenar pocos días a la semana.
Como cualquier rutina o método de entrenamiento no
todo son ventajas y desde mi punto de vista veo algunos inconvenientes de este
tipo de rutinas, los cuales hablaré más adelante.
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