En esta entrada hablaré de algunas de las claves
del crecimiento muscular. Ya que el entrenamiento no es la única manera de
estimular el crecimiento muscular.
Estas claves son: el estímulo (entrenamiento:
carga, intensidad, volumen…), los suministros (ingesta de proteínas, hidratos
de carbono y nutrientes) y las señales (hormonas anabólicas, testosterona,
insulina…).
El entrenamiento estimula el crecimiento, comer
(suministros) proporciona el material para crecer, y varias hormonas emiten
señales que hacen que el crecimiento se produzca.
El entrenamiento
estimula los músculos para que crezcan. No es una observación muy aguda, pero
cualquier trabajo que se haga, si los músculos no están acostumbrados, causará
rotura de proteínas en los músculos. Asumiendo que el suministro de
nutrientes y las señales anabólicas sean lo bastante óptimas, el cuerpo
reparará el músculo dañado con un poco más de proteína para hacerlos un poco
más grandes que antes. Da igual como creemos el estímulo, todos los trabajos
físicos producen tensión y niveles más grandes de volumen. Cuantas más células
musculares haya en un grupo muscular, mayor será el potencial de crecimiento
que se tendrá en ese músculo. Aunque los estímulos pueden variar, un músculo
solo puede responder a una cantidad de estímulo determinada. Esto quiere decir
que aunque hagas más de la cuenta, el músculo solo va a crecer hasta un punto
determinado.
Para poder obtener crecimiento muscular, el cuerpo
deberá alcanzar las cantidades nutricionales
necesarias acorde a cada individuo. Para conseguir ganar masa necesitamos
alrededor de 3.5 o 4 gramos de proteína por kilo de peso. Por ejemplo, un
individuo de 80 kilos, necesitará alrededor de unos 320 gramos de proteína al
día. Eso no quiere decir que con 320 gramos de pollo o de carne ya tengamos, ya
que no todo en esos alimentos son proteínas.
Si tus músculos crecen y aumentas de peso, también crecen sus necesidades diarias de
energía. No se puede alimentar igual una persona de 70 kilos que una de 80
kilos. Además también hemos de tener en cuenta la quema calórica que tengamos
cada día. Ya que no quemaremos la misma cantidad de calorías en una sesión de
pesas que en una sesión de aeróbico de alta intensidad.
No hay ninguna duda que un buen suministro de nutrientes permite al cuerpo maximizar la respuesta
al estímulo y crecer más rápido, e incluso en ausencia de ejercicio,
suministrar un exceso de comida y proteína al cuerpo puede por si mismo
producir crecimiento.
Las hormonas
anabólicas como la testosterona, la insulina, la IGF estimulan el crecimiento. Pensemos en la diferencia de masa
muscular entre un hombre y una mujer. Toda esa diferencia se debe a las señales
hormonales. También hemos de hacer notar que el crecimiento debido a la
alimentación y el crecimiento que resulta de las hormonas anabólicas van de la
mano. Cuando nos alimentamos bien y manejamos los niveles de estrés el
crecimiento no es necesariamente debido solo a la comida, sino también a una
optimización del estatus hormonal que maximiza las señales hormonales de
crecimiento.
La relevancia de todo esto es que si maximizamos el
estímulo, los suministros y las señales anabólicas naturales, tendremos un
entorno superior para el crecimiento del músculo.