En
ocasiones, cuando estamos realizando nuestra rutina de pecho no sabemos cómo
trabajar los cruces de
pie en polea, si lo hacemos en polea alta o polea baja. Aunque desde las
dos posiciones trabajamos el pectoral es cierto que incidiremos más sobre unas
fibras u otras según la altura de la polea.
Solemos
relacionar la polea alta con la parte superior del pecho, y la polea baja con
la parte inferior. A continuación explicaré qué fibras y músculos participan más en
cada una de las variantes de este ejercicio.
Los
cruces con polea alta suelen ser más utilizados que los cruces desde polea
baja. De pie, agarramos cada una de las anillas y las bajamos hasta la altura de la cadera
para nuevamente subirlas controlando el movimiento hasta la posición inicial.
Es importante tener una ligera flexión de codo para evitar lesiones.
Si
nos centramos en los músculos trabajados con este ejercicio hay que destacar la
parte media e inferior
del pectoral mayor, así como el deltoides anterior. Se trata de un
ejercicio que necesitamos realizar para marcar la zona que une a ambos
pectorales.
En
los cruces en polea baja, el agarre está abajo, casi en el suelo. La posición de partida
es similar a la anterior.
Cogemos cada anilla con cada mano, piernas ligeramente flexionadas y tronco
inclinado hacia delante.
Desde
esta posición inicial, subimos las poleas hasta la altura de los hombros,
sin llegar a sobrepasarlos. Igualmente, es importante tener una ligera flexión
de codo y que las muñecas vayan girando para que terminen con las palmas hacia
arriba.
En
este ejercicio, al igual que con los cruces con polea alta, se trabaja el pectoral mayor, pero
se incide más en la parte
superior. Además, el deltoides anterior y el bíceps también
trabajan de manera secundaria en este movimiento.
Podemos
decir que son ejercicios
muy parecidos, ya que tienen la misma finalidad que es la de trabajar el pectoral mayor. Pero dependiendo
de que fibras queramos trabajar debemos optar por uno u otro. O simplemente
cambiar de ejercicio cada cierto tiempo, para trabajar el pectoral mayor en su totalidad.
Lo bueno del uso de las poleas es que mantiene tensión en todo el rango de
movimiento, sin tener descanso en ninguna de las fases, ya sea excéntrica o
concéntrica.
En
resumen, para incidir más sobre las fibras
medias e inferiores tenemos que optar por los cruces desde polea alta, en cambio, si queremos trabajar las fibras superiores del pectoral mayor las poleas tienen que estar abajo.
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