jueves, 6 de junio de 2013

¿EL TRABAJO AERÓBICO NOS IMPIDE GANAR MASA MUSCULAR?



Son muchos los que cuando están en periodo de volumen o de aumento de masa muscular suprimen el trabajo cardiovascular, pensando que éste hará que perdamos esa masa muscular que estamos intentando crear.


Aunque debemos saber que si hacemos trabajo aeróbico de la manera adecuada y acompañado de una correcta alimentación, los ejercicios aeróbico serán un buen complemento para la sesión de pesas.


Pero debemos tener claro que el ejercicio aeróbico no deberá restar tiempo a la sesión de pesas, a la que se le dará prioridad.


Yo opino que el trabajo cardiovascular deberá efectuarse después de las pesas, para que primero, en el entrenamiento de pesas, el cuerpo utilice como combustible las reservas de glucógeno muscular que estarán a un nivel óptimo antes del entrenamiento, no así cuando hayamos realizado la sesión de pesas.


Incluso si realizamos el trabajo cardiovascular después del trabajo de pesas, al haber agotado las reservas de glucógeno, tiraremos de las reservas de grasa que haya en nuestro cuerpo.

De todas formas, la clave para no perjudicar al crecimiento muscular es la dieta. Si ésta tiene un déficit en la ingesta llevaría a nuestro cuerpo a utilizar el propio músculo como último recurso energético.


Es aconsejable, cuando vayamos a realizar un entrenamiento de pesas, seguido de un determinado tiempo de trabajo cardiovascular tomar glutamina, que como ya he hablado en entradas anteriores, retrasa el proceso catabólico, por lo que el cuerpo no se alimentaria del propio músculo. Y que esas sesiones cardiovasculares no sobrepases los treinta minutos aproximadamente. Menos aún si venimos de haber realizado la sesión de pesas.


En cuanto a la frecuencia a la semana de sesiones cardiovasculares, todo dependería de nuestro perfil. Si somos una persona de perfil ectomorfo (aquellos que no poseen predisposición a desarrollar los músculos ni a almacenar grasa) intentaría que el trabajo cardiovascular fuera el menos posible. 


Todo lo contrario si somos de perfil endomorfo (poseen una predisposición a almacenar grasas). En este caso podría hacer entre 3 y 5 sesiones de trabajo cardiovascular a la semana.

Si tenemos la posibilidad de realizar en el mismo día, pero en sesiones diferentes, tanto el trabajo de volumen como el trabajo cardiovascular mejor aún. Es decir, realizar por la mañana entrenamiento de pesas y por la tarde una carrerita ligera, por ejemplo.


También, en entradas anteriores he hablado de la intensidad ideal para una máxima oxidación de grasas, que recordemos que está entre el 60-70% del VO2 Máximo.

Si somos capaces de realizar un buen entrenamiento de volumen, además de tener una dieta acorde a nosotros, que cumpla con las necesidades que tenemos,  las sesiones de trabajo cardiovascular no nos impedirán seguir creciendo. Cierto es, que quizá ese crecimiento sea algo más lento que sin sesiones de cardio.




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