lunes, 27 de mayo de 2013

LA NECESIDAD DE VARIAR EL ENTRENAMIENTO

El dicho, "si quieres conseguir resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo", nos viene como anillo al dedo para la siguiente entrada.
Todos aquellos que entrenamos, lo hacemos porque queremos mejorar. Después de tiempo entrenando, llegamos a un punto en el cuál necesitamos de estímulos diferentes, ya que con lo que estábamos haciendo no conseguiremos ninguna mejora y posiblemente nos estanquemos.
Si bien es cierto que los principiantes pueden obtener resultados tras varios meses siguiendo el mismo entrenamiento, esto  ocurre en los primeros  meses. Pero si llevas más tiempo y consideras que no progresas, es posible que sea el momento de cambiar el entrenamiento.
Cuando hablo de cambiar el entrenamiento, incluyo: cargas de trabajo, intensidades, ejercicios, días a la semana, repeticiones, no de una manera radical pero sí poco a poco lo que ayudará a no caer en estancamiento.

Sería aconsejable, cada cierto tiempo (4-6 semanas), realizar pequeñas modificaciones, tales como: variar los descansos, los planos en los que trabajamos el ejercicio (pasar de unas aperturas planas a unas en inclinado), el orden de los ejercicios, las series y cualquier variable que se nos pueda ocurrir que puede suponer un nuevo desafío para nuestro organismo.
Incluir superseries, triseries en nuestro entrenamiento también puede ser una manera de conseguir estímulos diferentes, así como otros métodos de entrenamiento.
Si queremos seguir progresando no debemos olvidar los siguientes puntos:
1.- Cada vez que repites un mismo entrenamiento pierde efectividad. La efectividad de un entrenamiento depende del desafío que este supone para el organismo y conforme nos vamos adaptando este será cada vez menos efectivo.

2.- Si repites el mismo entrenamiento demasiado seguido, aunque sólo sea los mismos ejercicios, te estarás arriesgando a un gran número de lesiones relacionadas con el sobre uso de ciertos tejidos y estructuras. Además, no podemos olvidarnos de los desequilibrios entre fuerzas que estaríamos provocando y que a medio plazo evitarán que sigamos progresando.
3.- Todo entrenamiento tiene ventajas e inconvenientes. Da igual lo bien diseñado que esté. Todo aspecto positivo tiende a desaparecer conforme el organismo se va adaptando pero los aspectos negativos siguen igual de presentes.

4.- Empieza utilizando entrenamientos y sistemas que suelan funcionar por razones lógicas pero no te olvides que no hay un entrenamiento perfecto para todo el mundo. Si observas que el entrenamiento que suele funcionar a otros a ti no, experimenta. El programa de entrenamiento perfecto no existe.

5.- Cuando cambies los ejercicios, busca sustitutos que estresen puntos diferentes de la curva de fuerza. Un ejemplo claro lo veríamos con los ejercicios de flexión del codo. Si tan sólo cambias la barra por mancuernas, o una barra recta por una EZ, la curva sigue siendo la misma, con sus mismas fortalezas y debilidades. En su lugar busca cambiar ángulos obligando a enfrentarse a la gravedad en diferentes puntos de la curva y altera radicalmente el punto de máxima tensión mecánica. Trabajar toda la curva te ayudará a seguir progresando en el futuro y evitará lesiones.
Espero que con estas razones tengamos suficiente para saber que es necesaria la "variedad" en el entrenamiento.

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