Todos hablamos de
congestión muscular cuando estamos realizando un entrenamiento de volumen o
hipertrofia muscular, pero no tenemos del todo claro que significa el término
“congestión”.
La congestión
muscular es un proceso que tiene lugar debido a la redistribución de
sangre en el organismo, para favorecer la llegada de oxígeno y mantener el
sistema energético en funcionamiento en los músculos que se utilizan.
Se trata de
un proceso necesario para que los músculos
crezcan y se desarrollen, pero por supuesto, no siempre que haya congestión
habrá hipertrofia, ya que se necesita de un buen estímulo que
condicione al músculo a adaptarse para después crecer, es decir, se requiere de
un adecuado entrenamiento acorde a las necesidades del sujeto para que se solicite
una respuesta muscular correcta para el crecimiento.
Por ejemplo, al realizar un entrenamiento de bíceps, estos se irán
hinchando progresivamente y al finalizar la sesión de entrenamiento, los
notaremos más “grandes” que al inicio de la sesión de entrenamiento, debido al aumento de flujo sanguíneo en la
zona utilizada, lo que permite una mayor llegada de oxígeno, así como de
nutrientes y sustancias necesarias para el efectivo movimiento. Además, el
torrente sanguíneo también es el encargado de llevarse los productos de desecho
de esa zona muscular, por lo tanto, es un proceso beneficioso para el músculo trabajado.
Este efecto puede prolongarse un buen tiempo después del
entrenamiento y garantiza una correcta nutrición y oxigenación
muscular ante el entrenamiento intenso de dicha zona.
Debemos saber que para que un entrenamiento desarrolle óptimamente el
aumento muscular hay que mantener contracciones intensas y que a mayor
intensidad, mayor daño estructural del tejido muscular. Por lo que se debe
producir una mayor regeneración del tejido muscular (anabolismo).
Así que cuando realizamos las series y notamos como se produce esta
congestión muscular, se habrá producido un estímulo necesario y adecuado para
la regeneración muscular.
Debemos eliminar rápidamente esa
congestión muscular, ya que es necesario que se produzca una buena redistribución
sanguínea que “limpie” el músculo más rápidamente, eliminando así los
metabolitos producidos por el entrenamiento. Si se mantiene esa congestión
mucho tiempo veremos mermada nuestra capacidad de aplicar fuerza y por tanto
disminuirá nuestro rendimiento en el entrenamiento.
Podemos afirmar que, la congestión muscular NO es la
RESPONSABLE de la hipertrofia muscular, pero sin ella no es posible esta
hipertrofia.
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