Los ejercicios
isométricos son aquellos en los que la musculatura tensa sus fibras musculares
pero no se produce movimiento, es decir,
ni acortamiento (concéntrico) ni alargamiento (excéntrico). Este tipo de
ejercicios son una muy buena forma de aumentar la fuerza de nuestros músculos.
Muchos asociamos
ejercicios isométricos al trabajo isométrico de abdomen, pero en realidad podemos
hacer ejercicios isométricos de cualquier grupo muscular.
La duración
de estos ejercicios con contracciones isométricas es variable, depende mucho de
la fuerza y del nivel físico de cada persona y, por supuesto, del tipo de
ejercicio.
Si queremos aumentar la intensidad en este tipo de ejercicios, debemos de
saber que esta aumenta cuando la
inestabilidad del ejercicio aumenta. A menos apoyos en el suelo más
inestabilidad y por tanto más intensidad de nuestras fibras musculares. Por ejemplo,
cuando hacemos la tabla en el suelo, podemos levantar un pie o un brazo para
crear mayor inestabilidad y con ellos mayor intensidad. E incluso, mano y pie
contrario, con lo que conseguiríamos aún mayor intensidad en el ejercicio.
También se puede
incrementar la intensidad de estos ejercicios metiéndole algo de peso, por
ejemplo, cuando hacemos una sentadilla isométrica, podemos añadir un disco o
similar sobre los muslos para buscar mayor intensidad.
Hay que tener en cuenta
que los ejercicios isométricos pueden elevar la presión sanguínea, y aunque el
nivel vuelve a ser normal después de un poco de descanso, puede ser peligroso
para personas hipertensas o con algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Es importante respirar continuamente durante los
ejercicios para evitar que se acumulen aún más los aumentos en la presión
sanguínea.
Los ejercicios isométricos para el abdomen, pueden ser muy aconsejables, para aquellas personas que tengas problemas cervicales , ya que al no haber movimiento, no habrá una tensión sobre esa zona como la puede haber en el típico crunch.
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